En un régimen democrático la respuesta directa es, Porque el estado por medio de sus representantes (Presidente, Gobernadores Regionales, Alcaldes) elegidos en elecciones soberanas no cumple cabalmente las normas de buen gobierno que imponen las leyes dictadas para tal efecto.
Partiendo de ello y en el caso de nuestro distrito se supone lo siguiente:
- Un Alcalde elegido por voluntad popular en elecciones libres
- Una autoridad y su equipo de gobierno conocedores de su localidad encarando con mucha voluntad y disciplina los problemas que lo agobian.
- Una autoridad y su equipo multidisciplinario enfilando los destinos del Distrito a un crecimiento y desarrollo continuable en el tiempo,
- Un Alcalde que valore y continúe lo emprendido por su antecesor
- Un Alcalde que ayude en la organización de su sociedad civil sin involucrarlos de ninguna manera en temas político partidarios y les permita el espacio para su plena incorporación al presupuesto participativo.
- Una autoridad preocupado por la niñes y juventud de su distrito.
- Una autoridad que respete la Mesa de concertación de Lucha Contra la Pobreza como la más importante herramienta democrática para el entendimiento con la sociedad civil sobre todo en los puntos de desencuentro, considerando y reconociendo que la misma se creó para evitar el retorno de la violencia a nuestro pais - que al mismo tiempo es fruto de la injusticia y esta, consecuencia de la falta de transparencia y comunicación con el pueblo - y que demasiado daño le ha causado.
- Un Alcalde que siempre esté pensando en las nuevas generaciones y no en las próximas elecciones.
- Un Alcalde transparente en todos y cada uno de sus actos de gobierno. que mantenga informado a su población por medio del portal Web sin ninguna restricción y acorde a los tiempos.
- Una gestión edil que cuando se emprenda una obra, los documentos oficiales (expedientes técnicos) esté en manos del representante de los beneficiarios y sean ellos los auténticos fiscalizadores.
En pocas palabras una autoridad que respete la Ley en la práctica y no solo en el papel fruto del formalismo al que ya se ha hecho cotidiano.